Tras años de ocupación informal, comerciantes pasan del andén a nuevos centros comerciales
Comenzó el traslado de un grupo de vendedores estacionarios que ocupaban una zona del Paseo Bolívar. Ahora tendrán sus negocios en las galerías comerciales Volpe y Robertico.
“Hoy es mi último día como vendedor informal”. Esa frase, cuyo eco todavía resuena en un tramo del Paseo Bolívar, la dijo, emocionado, Joaquín Cervantes, presidente de Asovendedores -que agrupa al comercio informal-, al comenzar el proceso de reubicación de más de 100 vendedores que se mudan del espacio público del Paseo Bolívar a las galerías comerciales Volpe y Robertico.
Hoy los vendedores estacionarios del Paseo Bolívar comenzaron a vivir el sueño de una reubicación digna y una solución definitiva para trabajar en mejores condiciones. Una nueva etapa de formalización que impulsará la reactivación económica que vive la ciudad.
“Solo nos tuvimos que armar de sonrisas e ilusiones para despejar espacios y comenzar la reubicación. Este proceso se basó en la confianza y en la planificación. De la mano de los mismos vendedores hemos dado un paso grande en la recuperación de esta zona del Paseo Bolívar. Desde hoy comienza una nueva etapa para ellos y sus familias como comerciantes formales”, expresó el alcalde Jaime Pumarejo.
La reubicación se inició este jueves con los vendedores estacionarios ubicados en la calle 34 entre carreras 40 y 43, con más de 100 negocios que quedarán ubicados en Volpe y Robertico, a los cuales se les irán sumando muchos vendedores más en este proceso de reubicación y recuperación del espacio público.
Estas dos galerías comerciales acogerán a estos comerciantes que hoy tienen la esperanza de mejorar sus ingresos y trabajar por mejores condiciones que las que han vivido todos estos años en las calles. Los barranquilleros podrán encontrarlos ahora en la calle 30 # 42-25 (Robertico) y en la carrera 41 # 32-23 (Volpe).
Con esta reubicación se espera liberar el espacio público de la zona, lograr un mejor tránsito de los peatones, además de mostrar las fachadas de los locales del comercio formal, ocultas hasta el momento.
“Hoy podemos decir que el gremio de nuestros vendedores es un gremio que es tenido en cuenta, que se ha ganado un espacio social en la ciudad de Barranquilla. Como organización siempre hemos propendido por el desarrollo de la ciudad, y somos conscientes que el espacio público les pertenece a todos los barranquilleros, y con esta reubicación nos sentimos con confianza otra vez en que todo va a mejorar”, expresó el presidente de Asovendedores.
Dina Luz Pardo, directora ejecutiva de Asocentro, que agrupa al comercio formal, dice que “esta es también una gran noticia porque ahora podrán mostrar las fachadas de sus locales despejados y poder así adecuarlos mejor, pintarlos e incluso se ha pensado en unificar bajo un mismo estilo los letreros de los locales y que haya más orden y mejor presencia, mejorar la arborización de la zona porque hoy vuelven a creer y tener confianza. Estamos felices porque sentimos esto como un sueño cumplido después de muchos años de estarlo esperando”.
“Gracias a la visión del alcalde Jaime Pumarejo, estamos dignificando la labor de vendedores estacionarios. Es un día histórico en la transformación de nuestro Centro con la reubicación en Volpe y Robertico, donde les cumplimos un sueño a los barranquilleros de devolverle el espacio público del Paseo Bolívar”, afirmó el secretario de Control Urbano y Espacio Público, Ángelo Cianci.
Durante los próximos días seguirán organizando sus nuevos puestos de trabajo y se espera contar con el apoyo de todos los barranquilleros para que desde ya los visiten y respalden en esta transición hacia la formalidad.
En el operativo estuvo el Ministerio Público representado por la Personería Distrital, quienes fueron garantes en todo el proceso, en la entrega de cada uno de los locales. También se contó con el acompañamiento de la Policía, la Triple A, Air-e, Secretaría de Tránsito y todo el equipo multidisciplinar de la Secretaría de Control Urbano y Espacio Público, entre vigías, pedagogos, arquitectos e inspectores.
Cada vendedor firma una resolución de las condiciones de su local y su uso, y el compromiso de no volver a ocupar nuevamente el espacio público recuperado. Los puestos con los que contaban fueron reemplazados por nuevos mobiliarios en su nuevo sitio de trabajo.