Amanda Restrepo Méndez
Resolver es supremamente gratificante. Gestionar soluciones a los problemas jurídicos a mi cargo me proporciona una gran complacencia, dice Amanda.
Aunque desde muy joven tuvo una clara visión de lo que quería llegar a ser en la vida, Amanda Restrepo es una convencida de que, si por alguna razón no hubiera sido abogada, bien pudiera estar oficiando de filósofa a fin de ejercer una constante búsqueda de explicaciones y razones hacia el conocimiento pleno de la realidad y del sentido de la forma de obrar de la humanidad.
Egresada de la Universidad del Atlántico, especialista en Gobierno y Asuntos Públicos y magíster en Gestión y Desarrollo de Empresas Sociales de la Universidad Simón Bolívar de Barranquilla, Amanda está vinculada a la alcaldía desde hace 30 años y sobre el particular precisa que “en todos estos años de trabajo en estas dependencias, ningún día se parece al otro. Cada día es un nuevo comienzo, lleno de sobresaltos, con su cuota de estrés, pero también de enormes satisfacciones”.
Profesional Especializada de la Secretaría Jurídica Distrital, actualmente se desempeña como defensora jurídica del distrito desde el Grupo de Acciones de Tutela.
Resolver es supremamente gratificante. Gestionar soluciones a los problemas jurídicos a mi cargo me proporciona una gran complacencia, dice Amanda.
Sus días laborales ahora transcurren fuera de la oficina, a distancia desde su casa —acciones del COVID-19— y con amplia disponibilidad de horario para asumir las responsabilidades que sean necesarias, teniendo como compañeros inseparables el computador y el celular.
Amanda Restrepo considera que para realizar un trabajo honesto y de calidad los abogados vinculados al sector público deben reunir características personales y habilidades especiales tales como compromiso, pasión, transparencia y lealtad. “Y la ética”, dice, “es un requerimiento fundamental para ejercer desde cualquier ámbito”.
De vuelta atrás en el tiempo, Amanda recuerda que sus estudios de Derecho en jornada nocturna los alternó desde el principio con su trabajo diurno. El primero de ellos como operaria de una máquina fotocopiadora frente al Centro Cívico, precisamente en el sector de los tribunales judiciales.
Cuando cumplió 20 años se vinculó al Consultorio Jurídico de la Universidad del Atlántico, una especie de inicio profesional que ella asumió con entusiasmo y compromiso. Allí dimensionó la importancia del abogado como mediador y defensor del derecho y la justicia, funciones que, puntualiza, “tienen un gran valor para la sociedad”.
Estudiosa como es, desde sus vastos conocimientos y reconocida experiencia Amanda les recomienda a las nuevas generaciones de estudiantes de Derecho “que investiguen y practiquen la lectura crítica, y que hagan de la jurisprudencia y la doctrina sus fuentes de consulta favoritas”.
Amanda responde:
Una virtud…
Apasionada.
Aficiones…
Ver televisión.
Tu mejor recuerdo…
El nacimiento de mis hijos.
Tu plato predilecto…
El mondongo paisa.
La satisfacción más grande…
La vida, cada día.
Tu mayor reto logrado…
Cursar mis estudios de Maestría.
Tu próxima meta…
Estudiar un Doctorado.
Una palabra para definir tu vida…
Entusiasmo.
Una asignatura pendiente…
Ser bilingüe.
Un libro…
‘La rebelión de las ratas’, de Fernando Soto Aparicio.
Una película…
Forrest Gump.
Una canción…
‘A mi manera’, de María Martha Serra Lima.
Un lugar…
Mi casa.