David Romero Candanoza
Define la felicidad como "la concatenación de momentos que llenan tu vida de recuerdos gratos y perdurables que no puedes borrar y que cada vez que piensas en esos momentos, necesariamente vuelves a sonreír".
Entre ideas, creatividad y tecnología, orientadas a lograr la excelencia, transcurren las actividades propias de sus funciones, que hoy destacamos a propósito de la celebración del Día Internacional del Diseñador Gráfico, este 27 de abril.
Desde el 2 de febrero de 2004 David Romero está vinculado a la alcaldía, inicialmente en el Instituto Distrital de Cultura y Turismo y posteriormente en la Secretaría de Comunicaciones, donde lleva más de 12 años, enriqueciendo con su talento y su mejor actitud la información a través de las imágenes.
Lo más satisfactorio de estos años en la alcaldía ha sido mi crecimiento como persona y como ciudadano, y ver el desarrollo de mi ciudad en todos los aspectos. Ahí están presentes mis pequeños aportes hechos con grandes esfuerzos, dice.
Para David lo más gratificante de su trabajo cotidiano es plasmar con técnica, estética y funcionalidad cada concepto, acorde con las exigencias propias de la institucionalidad. La pasión y el empeño que él le pone siempre se ve reflejado en los resultados finales.
Dice que generalmente el tiempo es el mayor obstáculo por vencer, pues a veces las ideas no fluyen con la rapidez que él quisiera.
Hay momentos en que, por la presión, la mente está saturada, se bloquea y entonces hay que recurrir a nuestro antiguo amigo que es el internet para retomar la inspiración en un mar de posibilidades y herramientas que todo diseñador necesita en medio de tantas premuras.
Desarrollo de campañas internas institucionales, postales de fechas especiales, diagramación y montaje de la gaceta, piezas informativas, manuales y folletos internos, apoyo en actividades del área de comunicación institucional, son algunas de las funciones a su cargo y el tiempo que le dedica varía de un proyecto a otro. “Hay trabajos que pueden tomarse minutos u horas, mientras que otros pueden tardar varios días o semanas”.
Su gran pasión es el diseño editorial, investigar y desarrollar cosas nuevas cada día, por eso se mantiene actualizado, pues alcanzar la madurez creativa con sello propio ha sido un sueño largamente acariciado.
Las últimas horas de las noches, en medio de su quietud y sus silencios, se han convertido en sus mejores aliadas, pues es cuando mejor le fluyen las ideas. Sin embargo, su interés en incentivar la creatividad es determinante, pues la disciplina le ayuda a visualizar y concretar una imagen en cualquier momento del día.
Por su calidad humana David Romero es muy apreciado entre sus compañeros de Comunicaciones y de otras dependencias. Es paciente, mesurado, amable y sincero. La cualidad que él más valora es el respeto y lo que más desea es “que convivamos en armonía, sin ofender a nadie, porque tenemos un tiempo corto en la tierra y debemos aprovechar cada momento con las personas que queremos y nos quieren”.
El concepto de felicidad lo define como la concatenación de momentos que llenan tu vida de recuerdos gratos y perdurables que no puedes borrar y que cada vez que piensas en esos momentos, necesariamente vuelves a sonreír.
Su pasión y entusiasmo por el diseño con su tendencia natural a escuchar a los demás, mientras mentalmente asimila todo lo que le dicen con dibujitos, gráficos y recursos visuales, es otra cosa cuando de escuchar a sus hijas se trata porque, su tiempo libre en familia le encanta pasarlo ayudando a su esposa en la cocina y oyendo a sus hijas hablar, quienes -él mismo admite-, a diferencia de su papá hablan bastante.
David responde:
Aficiones…
Aeromodelismo, natación, ciclomontañismo, pesca, buceo, parrilladas.
Tu mejor recuerdo…
Salir de vacaciones con mi familia.
Tu plato predilecto…
Sancocho de guandú con carne salada.
Tu color preferido…
Azul.
Tu mayor reto logrado…
Cada trabajo terminado con plena complacencia.
Tu próxima meta…
Profesionalizar mi carrera.
Tu sueño más recurrente…
Construir una casa a mi gusto.
Un país para vivir…
China.
Una palabra para definir tu vida…
Persistencia.
Un hábito ajeno desagradable…
Hablar mal de los demás.
Algo tuyo que te incomode…
Cuando por querer hablar rápido no vocalizo bien.
Un héroe de ficción…
Wolverine.
Un libro…
A puro pulso, Hollmann Morales.
Una película…
La lista de Schindler, Steven Spielberg.
Una canción…
Princesas mágicas, Jesús Adrián Romero.
Un lugar…
Mi casa.