Doris Torres Castillo
“Desde la Oficina de Contabilidad, mi mayor satisfacción es poder entregar información oportuna y confiable a los usuarios internos y externos”.
En un ambiente hoy marcado por la soledad, la incertidumbre y los silencios prolongados, transcurren en el primer piso del edificio central, de lunes a viernes, las 6 horas laborales de Doris Torres.
De un equipo de trabajo conformado por 14 funcionarios, 3 asisten a la oficina y los 11 restantes realizan teletrabajo desde sus casas.
Doris se desempeña como jefe de la Oficina de Contabilidad de la Secretaría de Hacienda desde hace 3 años. Antes había laborado en las secretarías de Salud y de Gestión Humana.
Ya cumplió 10 años de servicio en la Alcaldía de Barranquilla y ahora, como a todos, le ha tocado hacer frente a situaciones complejas en medio de esa especie de péndulo caprichoso que se mueve entre el temor y la ansiedad a causa del Covid-19.
Es una sensación muy extraña la que se experimenta al encontrarse uno aquí con otros funcionarios y tener que saludarnos de lejos por temor al contagio, al tiempo que cumplimos, con la mejor disposición, la responsabilidad laboral que nos corresponde.
“Siento que nos hemos distanciado, no es fácil estar en remoto todo el tiempo o por un teléfono, se necesita el calor humano, hablar, la convivencia con los compañeros”, dice con algo de nostalgia.
Y siguiéndole el ritmo al teletrabajo, uno de los temas más destacados en el contexto del coronavirus, explica que:
estamos utilizando las herramientas tecnológicas que tenemos como son programas en remoto, plataformas en línea, carpetas compartidas, correos, escáner, video llamadas y zoom para reuniones. Indiscutiblemente, las comunicaciones en este momento, más que en cualquier otro, son de vital importancia.
Es contadora pública, especialista en dirección financiera y actualmente adelanta un MBA con especialidad en finanzas. Las funciones habituales del cargo que desempeña consisten en dirigir, controlar y ejecutar todas las actividades relacionadas con la contabilidad de la entidad, con el propósito de presentar y reflejar la situación financiera del Distrito.
El principal rasgo de su carácter es el coraje y al preguntarle cómo se define, Doris dice que es una mujer segura y muy organizada que en tiempos normales inicia labores a las 7 de la mañana revisando el correo electrónico institucional, respondiendo solicitudes, distribuyendo nuevas tareas entre los funcionarios, revisando la correspondencia en términos de respuestas -ya que el flujo de peticiones es alto-, revisando reportes y ejecutando la planeación de acuerdo con los procesos.
Y mientras se supera esta situación que nos tiene en aislamiento preventivo obligatorio, Doris Torres Castillo anhela el momento en que el indicador inequívoco de que ya todo pasó, sea el bullicio de los ciudadanos acudiendo otra vez al primer piso de la alcaldía a adelantar sus trámites presenciales porque, dentro de lo que cabe, hemos regresado a la normalidad.
Doris responde…
Una virtud…
Prudencia.
Afición preferida…
Leer.
Tu mejor recuerdo…
Mi padre.
Tu plato predilecto…
Comida costeña.
Un color…
Verde.
La satisfacción más grande…
Mi familia.
Tu mayor reto logrado…
Mi carrera profesional.
Tu próxima meta…
Terminar mi proyecto de grado.
Una palabra para definir tu vida…
Perseverancia.
Una asignatura pendiente…
Estudiar inglés.
Un libro…
La Biblia.
Una película…
La vida es bella.
Una canción…
Un millón de amigos – Roberto Carlos.
Un lugar…
Una playa al atardecer.