El control interno es responsabilidad de cada uno de nosotros
El Modelo Estándar de Control Interno (MECI) es el marco mediante el cual se implementa el sistema de control interno en las entidades públicas en Colombia. Atendiendo lo establecido en el Nacional 1499 de 2017, el Departamento Administrativo de la Función Pública actualizó el MECI mediante el Manual Operativo del Modelo Integrado de Planeación y Gestión – MIPG, en la 7a dimensión, con el objetivo de desarrollar una cultura organizacional fundamentada en la información, el control y la evaluación, para la toma de decisiones y la mejora continua.
Para entender esta dimensión, es necesario tener claro que la estructura del Modelo Estándar de Control Interno MECI contempla dos elementos fundamentales:
- Una estructura de control conformada por cinco componentes, a saber: Ambiente de control, Evaluación del riesgo, Actividades de control, Información y comunicación, y Actividades de monitoreo.
- Esquema de responsabilidades frente al Control Interno, fundamentado en el modelo de líneas de defensa del Instituto de Auditores Internos.
El propósito para cada uno de los componentes del MECI se despliega de la siguiente forma:
- Ambiente de Control: Busca asegurar que la entidad disponga de las condiciones mínimas para el ejercicio del control interno. Requiere del compromiso, el liderazgo y los lineamientos de la alta dirección y del Comité Institucional de Coordinación de Control Interno.
- Evaluación del riesgo: Su propósito es identificar, evaluar y gestionar eventos potenciales, tanto internos como externos, que puedan afectar el logro de los objetivos institucionales.
- Actividades de control: Su propósito es permitir el control de los riesgos identificados y como mecanismo para apalancar el logro de los objetivos y forma parte integral de los procesos.
- Información y comunicación: Tiene como propósito utilizar la información de manera adecuada y comunicarla por los medios y en los tiempos oportunos.
- Actividades de monitoreo: Su propósito es desarrollar las actividades de supervisión continua (controles permanentes) en el día a día de las actividades, así como evaluaciones periódicas (autoevaluación, auditorías).
Bajo el Modelo de las Tres Líneas de Defensa, marco metodológico en materia de control interno, las responsabilidades de la gestión de riesgos y del control están distribuidas en todas las dependencias de la alcaldía y no se concentran en la Gerencia de Control Interno de Gestión; de allí que deban ser coordinadas cuidadosamente para asegurar que los controles operativos definidos en la entidad sean efectivos para los riesgos identificados.