Frederick Michael Stand López
Su nombre proviene de su tatarabuelo inglés, por línea paterna, que llegó a Colombia a través de Cartagena.
Frederick Michael Stand López es barranquillero. Se recuerda como un estudiante muy inteligente, pero apasionado por el fútbol que “lo desconcentraba”. Participó en juegos intercolegiales y hasta llamó a su hijo Kylian (en homenaje al futbolista francés Kylian Mbappé Lottin). Pero, en realidad, le pensaba poner “Cristiano Ronaldo”, solo que familiares y amigos lo disuadieron para evitarle bromas al niño en su diario vivir.
La pandemia por COVID-19 en el 2020 le trae buenos recuerdos, a pesar de que fue crisis mundial. Fue en ese periodo que ingresó a la Alcaldía de Barranquilla, en la Secretaría de Gestión Humana, como auxiliar administrativo, y trabaja en el área de archivo, actualizando bases de datos.
Gracias a la motivación de sus compañeros de trabajo, se está formando como Técnico Laboral por Competencias en Auxiliar Administrativo. Gracias a esta acción, comprendió que el estudio le abre muchas puertas, por eso quiere continuar estudiando Administración de Empresas, para brindarle un mejor futuro a su hijo.
En el pasado estuvo a cargo de atención al cliente en una empresa de repuestos de autos. También, laboró en el área de producción y distribución de una productora de cárnicos embutidos, por lo que es diestro para hacer salchichas y otros productos procesados.
Su experiencia familiar, al tener un padre ausente, lo marcó y motivó a convertirse en el mejor padre que puede ser, siempre presente.
Desde hace 7 meses es un papá soltero comprometido al 100 %. Vive con su mamá y con Kylian, a quien diagnosticaron con autismo desde los 2 años. Un diagnóstico que, al principio, le resultó difícil, pero luego aceptó y acogió como un reto de bendición.
Se encarga de alistar a su hijo todas las mañanas para llevarlo al colegio, le organiza el desayuno, la merienda, y cuenta con una niñera que le apoya en las tardes mientras regresa del trabajo.
A veces siente el cansancio, pero, con el apoyo de su mamá, encuentra la fuerza y las ganas de impulsar a su niño de 5 años para que vaya ganando competencias que le ayuden a ser independiente.
Quiere cubrir cada aspecto de la vida de Kylian y dice: “Yo estoy caminando con él y ha sido algo muy bonito. Me ha enseñado que hay que estar unidos en familia. Si alrededor de él se ve una familia unida, él seguro sale adelante”.
Frederick se define como amoroso, responsable, amable. Le gusta el mar. Ha viajado varias veces a San Andrés. Su mar de siete colores le parece precioso y, mucho más, si lo acompaña su hijo. Los fines de semana programa partidos de fútbol con sus amigos, con ricos asados de “repechaje”.
Su sonrisa y actitud lo dicen todo. Valora la vida con todo lo que ella trae. Sus ojos reflejan la nobleza y la esperanza que va a lograr todo lo que se ha propuesto, porque sabe escuchar buenos consejos y ha determinado estar de pie, para seguir caminando de la mano de Kylian.