Jesús Menco Polanco
Su talante sobrio deja ver al hombre justo y serio que labora desde hace 13 años en la Oficina de Control Disciplinario Interno.
Considero muy importante que cada servidor público de la Capital de Vida se interese de manera ferviente en capacitarse y en servir a la ciudadanía, en eso debemos centrarnos.
Su talante sobrio deja ver al hombre justo y serio que labora desde hace 13 años en la Oficina de Control Disciplinario Interno de la Alcaldía Distrital. Allí su día transcurre entre expedientes, libros y códigos.
A Jesús Menco, Profesional Especializado (E), le corresponde asignar a su equipo de trabajo las quejas e informes a fin de que proyecten lo relacionado con autos de apertura de actuaciones disciplinarias, oficios de remisión a otras autoridades, los autos inhibitorios o las respuestas a las peticiones formuladas, entre otras funciones.
Las tareas cotidianas son diferentes cada día. Puede ocurrir que en un día asigne quejas e informes para abrir actuaciones disciplinarias, revise algunos proyectos elaborados por los operadores disciplinarios e imparta orientaciones. Puede suceder que uno o varios días me dedique solo a la revisión y corrección de un proyecto de decisión de un proceso complejo, en fin, depende de las necesidades.
Abogado de la Universidad del Atlántico, hizo Curso de Conciliador en la Cámara de Comercio de Barranquilla y posgrados en Manejo y Negociación de Conflictos, en la Universidad del Norte y Derecho Disciplinario, en la Universidad Externado de Colombia.
Lo más satisfactorio de su labor radica en poder contribuir en la gestión de investigaciones exhaustivas que culminen en decisiones justas. La parte ingrata es que por ello es posible ganarse como enemigos a los sancionados, dice Jesús.
Quienes tratan a diario a Menco –como suelen llamarlo–, aseguran que es una persona noble, sincera y honesta, que se conmueve ante las injusticias y las tragedias humanas individuales y colectivas.
Su lema en la vida es “yo busco para encontrar y encuentro para seguir buscando”. Es una frase de San Agustín que –relata él– “me ha servido en mi vida y en mi profesión para perseverar en la búsqueda de la esencia y sentido de las cosas”.
Para Jesús Menco, un hombre de talante sobrio, a quien los defectos que le inspiran más indulgencia son la sumisión y la cobardía, el mayor reto logrado fue su tesis de grado “aprobada por mérito excepcional” por iniciativa de su director de tesis, Ernesto Ariza Muñoz, quien en ese entonces se desempañaba como magistrado del Tribunal Administrativo del Atlántico.
Una virtud…
La perseverancia.
Aficiones…
La lectura, el deporte, la música y el cine.
Talentos que quisieras tener…
Música, poesía y saber hacer caricaturas.
Un domingo perfecto…
Compartir con la familia, participar de la celebración de la misa, leer y descansar.
Tu mejor recuerdo…
Mis años de estudio en la Universidad del Atlántico.
Tu plato predilecto…
Mote de queso.
Tu color preferido…
Beige.
La satisfacción más grande…
Dar y recibir amor y tener una hermosa familia.
Tu próxima meta…
Escribir un libro.
La frase que más utilizas…
Todo trabajo intelectual es un análisis entre dos síntesis.
Una palabra para definir tu vida…
Orden.
Un libro…
El hombre en busca de sentido, de Viktor Frankl.
Una película…
La vida es bella.
Una canción…
Camina siempre adelante, de Alberto Cortez.
Un lugar…
Cualquiera en el que pueda disfrutar de las maravillas de la naturaleza.