Pedro Arango Padilla
Reconoce el esfuerzo de las administraciones distritales de estos últimos años. “La renovación y mejoramiento en la infraestructura de los centros asistenciales, ahora pasos y caminos, es algo realmente grandioso”.
26 años y 10 meses de trabajo en la Alcaldía significan todo lo mejor: gratitud, servicio, trabajo arduo y honesto, compromiso, lealtad, aprendizaje, estudio, mi familia, mi casa… La Alcaldía me lo ha dado todo y por eso aquí seguiré trabajando en prevención, hasta cuando Dios lo disponga
Pedro Arango, de la Secretaría de Salud.
En 1992 Pedro Arango llegó, a la entonces Alcaldía Municipal, para quedarse. Abandonó su cargo de químico en un reconocido laboratorio farmacéutico, para dar rienda suelta a su vocación de servicio, a su deseo de aportar sus conocimientos en beneficio de una población que merecía unas mejores condiciones de sanidad.
Es licenciado en Biología y Química de la Universidad del Atlántico; Especialista en Salud Ambiental de la Universidad Santo Tomás, y Magíster en Salud Pública de la Universidad del Norte, pero, más allá de los diplomas recibidos, son los conocimientos adquiridos y el aprendizaje, la mejor constancia de sus esfuerzos, perseverancia y entereza.
Su día comienza a las 7 de la mañana con la programación de las visitas a los pacientes diagnosticados con Dengue, Zika o Chikungunya, para la revisión de las condiciones sanitarias de sus residencias y para hacer el control de criaderos del mosquito Aedes aegypti, transmisor de estas enfermedades.
Pedro Arango Padilla es el coordinador del Programa de Prevención y Control de Enfermedades Transmitidas por Vectores de la Secretaría de Salud y le corresponde diseñar y ejecutar, con su equipo de trabajo, el plan de prevención y control de estas patologías, en los barrios más vulnerables y con alta incidencia.
Nosotros conformamos un gran equipo de trabajo, motivado, tratando siempre de esforzarnos más, lo cual se hace visible aquí en la oficina o durante el trabajo de campo, en las jornadas de movilización comunitaria, en cada actividad que desarrollamos. Soy respetuoso de las opiniones de mis compañeros y siempre trato de propiciar escenarios armoniosos y de buena convivencia, dice.
Asegura que lo más satisfactorio de las funciones a su cargo es “poder aportarle a la prevención y control de estas enfermedades transmitidas por vectores, mediante las intervenciones que permiten la disminución de factores de riesgos en poblaciones priorizadas”.
La parte ingrata de las funciones a su cargo se da cuando, “a pesar de todo el trabajo realizado durante años, aún algunas comunidades no asumen la responsabilidad que les corresponde en el autocuidado para disminuir los factores de riesgo a nivel de su vivienda y de su entorno”, dice.
Este es el resumen de una parte de la vida de Pedro Arango Padilla, quien acarició largamente el sueño de ser médico, pero que por circunstancia incomprensibles que la vida te pone en el camino, no pudo ser…
Fue así como, sobreponiéndose al desánimo, al desconcierto, decidió darle un giro a su proyecto de vida, inscribiéndose en la universidad pública, donde cursó estudios superiores en Biología y Química con el apoyo de su mamá. Su padre, militar de profesión, no admitía que su hijo estudiara medicina, quería que, así como él, también fuera militar.
No tenía vocación militar, pero sí de servicio. Tenía claro lo que quería llegar a ser en la vida, a pesar de su juventud. Hoy, muchos años después se siente plenamente realizado del camino que eligió, de haber vivido y participado de la transformación de la salud en Barranquilla en sus distintos momentos.
Hoy, con notaria satisfacción, Pedro Arango reconoce el esfuerzo de las administraciones distritales de estos últimos años. “La renovación y mejoramiento en la infraestructura de los centros asistenciales, ahora pasos y caminos, es algo realmente grandioso”.
Pedro responde:
Una virtud…
Solidaridad.
Aficiones…
La lectura, el cine.
Tu mejor recuerdo…
En mi niñez las vacaciones con mis abuelas en sus pueblos natales.
Un sueño recurrente…
Ver crecer a los niños de mi país sin guerra.
Tu plato predilecto…
Vegetariano.
Tu color preferido…
Azul.
La satisfacción más grande…
El progreso alcanzado como familia en muchos aspectos de la vida.
Tu mayor reto logrado…
Mis estudios.
Tu próxima meta…
Continuar preparándome.
Una palabra para definir tu vida…
Triunfador.
Una asignatura pendiente…
Viajar al viejo mundo.
Un libro…
Juan Salvador Gaviota – Richard Bach.
Una película…
La vida es bella – Roberto Benigni.
Una canción…
Todo cambia – Mercedes Sosa.
Un lugar…
Parque Nacional Tayrona.