Barranquilla, ciudad modelo escogida por la ONU por su apuesta a la restauración de ecosistemas urbanos
La iniciativa constituye una contribución al Decenio de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas y al Marco Mundial de la Biodiversidad.
Por su compromiso con el desarrollo sostenible, Barranquilla es exaltada por más organizaciones internacionales. Este martes, el programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP, por sus siglas en inglés) anunció que la ciudad fue seleccionada para participar en el proyecto ‘Restauración Generación’ por adoptar soluciones basadas en la naturaleza para restablecer el vínculo entre las ciudades y el medioambiente y –al mismo tiempo– combatir los efectos del cambio climático.
Esta estrategia permitirá que en total las 19 ciudades elegidas intercambien experiencias y conocimientos. En ese sentido, 8 de las ciudades ejecutarán proyectos pilotos e innovadores para restaurar ecosistemas urbanos, mientras 11 ciudades modelos a seguir los acompañarán y apoyarán como campeones de la restauración. En este caso, Barranquilla hará parte como ciudad modelo junto con Cape Town, Curitiba, Glasgow, Estambul, Iloilo, Kanazawa, París, Seattle, Toronto y Yangzhou. Todas estas fueron elegidas entre más de 250 propuestas, y solo Barranquilla y Curitiba, en Brasil, son las únicas representantes de Latinoamérica.
“Es un gran honor porque están destacando que nosotros vamos en la dirección correcta, que estamos haciendo lo que nos corresponde como ciudad y como ciudadanos para preservar nuestro tesoro natural, que es el mangle, la ciénaga, el bosque seco tropical y nuestros cuerpos de agua; no solo el río, sino los caños, los arroyos que nos rodean. Es un gran día para Barranquilla, Colombia y Suramérica porque Barranquilla es una de las 11 ciudades en el mundo escogidas por su modelo de desarrollo ambiental y por su preservación del medio ambiente”, expresó el alcalde Jaime Pumarejo Heins.
Este reconocimiento se debe a los esfuerzos de los últimos cuatro años, liderado por el alcalde Jaime Pumarejo Heins, quien ha logrado que a nivel nacional e internacional distingan a Barranquilla como uno de los territorios que le apuesta al desarrollo de las políticas ambientales con importantes proyectos ecológicos que, además, impulsan la economía, el turismo, mejora los índices de seguridad y restauran el tejido social.
En ese sentido, esta distinción le abre nuevas puertas de cooperación internacional a Barranquilla durante los próximos 2 años a través de este programa de la UNEP, lo que se traduce en nuevos proyectos para la ciudad en conceptos de desarrollo sostenible.
El anuncio se realizó en el marco del Día Mundial de las Ciudades, bajo la dirección de Mirey Atallah, jefa de la Subdivisión de Naturaleza para el Clima, de la división de ecosistemas de la UNEP, quien celebró esta iniciativa.
“Adoptar soluciones basadas en la naturaleza en nuestros paisajes urbanos es un compromiso con un futuro más verde y sostenible tanto para los ciudadanos como para las áreas urbanas que ocupan. La restauración es la luz que guía a las ciudades en su esfuerzo por armonizar con la naturaleza, construyendo comunidades resilientes y prósperas que coexistan armoniosamente con el medio ambiente”, destacó la alta funcionaria.
Este logro de Barranquilla es posible gracias a la implementación de distintas estrategias que han conllevado a mejorar la relación de los habitantes con el medio ambiente y con los recursos naturales que dispone el territorio, recuperándolos y empleándolos para el gozo y beneficio de las comunidades.
El jefe de la Oficina de Relaciones Internacionales, Manuel Trujillo, señaló que con este anuncio Barranquilla entra a las grandes ligas de ciudades verdes a nivel mundial. “Más que un reconocimiento, es una apuesta que el mundo decide hacerle a nuestra ciudad por su visión a largo plazo donde el desarrollo social, económico y ambiental confluyen en pro de una mejor calidad de vida para sus habitantes”.
Ecoparque Mallorquín, destacado por su potencial medioambiental
El principal objetivo del proyecto Ecoparque Mallorquín es recuperar la ciénaga para generar calidad de vida, turismo y empleo. En este lugar, los barranquilleros y los visitantes podrán caminar, hacer avistamiento de aves, practicar deportes náuticos, entre otras actividades al aire libre.
Uno de los procesos claves que se ejecutó en este espacio de más de 1.000 hectáreas y que mayor impacto ha tenido en el medio ambiente fue la descontaminación de su cuerpo de agua con un método basado en la naturaleza, el cual consiste en el uso de microalgas cultivadas en el mismo humedal para disminuir las concentraciones de contaminación, sin necesidad de utilizar químicos que puedan alterar el ecosistema.
Otros proyectos que han conectado a la ciudad con la naturaleza son: la recuperación de caños, la intervención en la playa Puerto Mocho y el tren turístico Las Flores, el Riobús Karakalí, la recuperación de más de 260 parques en toda la ciudad y el Gran Malecón.