Alcohol, salud física y mental
El consumo de bebidas alcohólicas está muy relacionado con nuestras tradiciones y celebraciones y se ha normalizado su consumo, hasta tal punto que se tienden a minimizar sus efectos sobre la salud física y mental. Sin embargo, las evidencias sobre sus perjuicios son contundentes y no hay ninguna cantidad que se pueda considerar segura por lo que los efectos varían dependiendo de la cantidad y de la frecuencia.
La evidencia científica muestra que el consumo de alcohol es nocivo para la salud y daña nuestro cuerpo, provocando:
- Deterioro del estómago, hígado, riñones, corazón y el sistema nervioso.
- Cirrosis hepática y enfermedades cardiacas.
- Trastornos neurológicos como epilepsia y, además, aumenta el riesgo de padecer de Alzheimer.
- Cáncer de boca, colorrectal y cáncer de mama.
- Pancreatitis.
También podemos mencionar que el consumo de alcohol tiene un impacto muy negativo en la salud mental. El abuso de alcohol y el alcoholismo pueden empeorar condiciones existentes como la depresión o provocar problemas de depresión o ansiedad.
A continuación, se describen algunos efectos que se producen a nivel mental al momento de no controlar el consumo de alcohol:
- Pérdida de la memoria
- Dificultad para concentrarse.
- Afectación del estado de ánimo.
- Alteración del comportamiento.
- Disminución de la coordinación.
- Deterioro de las relaciones familiares.
Algunos trucos para reducir el consumo de alcohol
- Fíjate un límite razonable de consumo.
- No bebas por beber, sáltate algunas rondas.
- Elige bebidas alternativas a la alcohólica.
- Bebe con calma: procura disfrutar el sabor y no de los efectos del alcohol.
- No bebas alcohol para calmar la sed, ni mientras practicas deporte pues el alcohol tiene efecto diurético, por ende, te va a deshidratar.No se trata de renunciar al alcohol en todos los casos, sino de aprender a disfrutar sin que su consumo perjudique tu salud, tu trabajo, tu vida familiar y social.