Educar para proteger en la era digital: control parental
La realidad digital de nuestros niños y adolescentes es acceder cada vez más temprano a Internet y a dispositivos móviles. Este entorno digital ofrece grandes oportunidades, pero también riesgos importantes como el ciberacoso, la exposición a contenido inadecuado y la pérdida de privacidad.
El control parental es un conjunto de aplicaciones que te ayudan a ti, padre de familia, a supervisar y limitar el acceso de tus hijos a Internet y a otros dispositivos electrónicos, que se debe entender como un instrumento educativo más que restrictivo. No se trata solo de vigilar sino de acompañar activamente a los niños en el uso de la tecnología.
Lo que dicen los expertos:
- El control parental es más útil en las primeras etapas de uso del móvil, desde los 11 a los 14 años.
- No se debe basar en la prohibición o el castigo sino en el diálogo y el establecimiento de normas claras y adaptadas a la edad.
- La educación digital debe ser familiar; reglas como no usar el celular en la mesa, o establecer horarios para dejar el móvil, deben aplicar a todos en casa.
- Involucrarse en el mundo digital de los hijos, como conocer sus juegos, influencers favoritos, entre otros, fortaleciendo el vínculo y mejorando la comunicación.
Muchos padres no tienen claro cómo proteger sus datos ni los de sus hijos, esto refleja una necesidad urgente de educación digital, tanto para menores como para sus familias.
Desde la Gerencia de las TIC te damos algunas recomendaciones para emplear como adultos responsables:
- Explícale sobre los riesgos y herramientas disponibles.
- Dialoga sobre la vida digital en casa y en los colegios.
- Sé coherente con el ejemplo moderando también, como adultos, el consumo digital.
- Promueve espacios seguros, como cuentas privadas, y no compartir ubicaciones en tiempo real.
Recomendaciones clave para familias:
- Usar apps de control parental que permitan visualizar tiempo de uso, historial de navegación y contactos.
- Crear normas familiares claras, como no usar el celular en las noches o durante las comidas.
- Conversar con los hijos sobre sus intereses digitales y enseñarles a identificar riesgos.
- Evitar publicar fotos de menores sin su consentimiento.
- Enseñarles a cuidar su huella digital y a desconfiar de los ‘anónimos’ en Internet.
Los niños y adolescentes no son nativos digitales totalmente preparados, en cambio son huérfanos digitales que han nacido con la tecnología, pero sin las herramientas suficientes para usarla con seguridad. Como adulto estás a tiempo de proteger la integridad del menor con educación, acompañamiento y normas claras.