Barranquilla a la Vanguardia de la Sostenibilidad: Impulsando la “Ola Verde” con el Sector Público y Privado
Barranquilla, con el apoyo del sector privado y aprendiendo de experiencias internacionales, muestra sus avances en el modelo de desarrollo urbano sostenible de la región.
Barranquilla lidera la “Ola Verde” con proyectos de energía limpia y desarrollo sostenible. La ciudad, estratégicamente ubicada en el Caribe colombiano, se posiciona como un nodo clave para la conectividad y el desarrollo de energías limpias, aprovechando su acceso privilegiado al agua, la biodiversidad, y las condiciones óptimas para fuentes de energía renovable.
La Ola verde, hace parte de los temas discutidos durante el segundo día del Foro de Desarrollo Local de la OCDE que se realiza en la Puerta de Oro de Colombia hasta el próximo 11 de junio y en el que participan panelistas nacionales e internacionales contando sus experiencias de desarrollo sostenible.
Actualmente, Barranquilla está implementando importantes iniciativas para avanzar en la sostenibilidad ambiental y la descarbonización. Uno de estos proyectos en marcha es la Planta de autogeneración de energía de biogás que entró en funcionamiento este 2025 y es la planta de autogeneración de energía de biogás más grande de Colombia.
Este proyecto, iniciado en 2022, utiliza 1,700 toneladas diarias de residuos sólidos urbanos del relleno sanitario Los Pocitos para generar 4.1 megavatios de potencia y aproximadamente 35 millones de kilovatios hora al año, suficiente para abastecer a unos 10,000 hogares, reduciendo 150,000 toneladas de CO2.
Parque solar: La ciudad avanza en su transición energética con la instalación de un parque solar en Juan Mina, abarcando 8 hectáreas. Este parque generará aproximadamente 10.19 GWh al año, y su primera etapa, con 7,620 paneles, cubrirá el 40% del consumo actual de las luminarias públicas de la ciudad.
La ciudad avanza también en proyectos metropolitanos, como un parque eólico, comunidades energéticas en barrios vulnerables y, por supuesto, la restauración de la ciénaga de Mallorquín.
Estos logros son resultado de una planificación basada en datos, una ciudadanía participativa y un liderazgo político con visión ambiental a largo plazo.
Sinergia entre el sector público-privado
Dentro del panel, la participación del sector privado liderado por la empresa Promigas y su aporte al desarrollo y sostenibilidad de la Región y la ciudad es muy importante, como lo manifestó su director ejecutivo, Juan Manuel Rojas, indicando que dentro de la entidad viene trabajando para lograr ser carbono neutral para el 2040, una década antes de la meta nacional de Colombia (2050). “Queremos reducir nuestras emisiones de alcance 1, 2 y 3 en un 50% al 2028”.
La empresa está trabajando en la reconversión de un oleoducto en desuso para transformarlo en un gasoducto, reutilizando la infraestructura existente en lugar de construir una nueva y cuenta con el único piloto de hidrógeno verde en funcionamiento en Colombia desde hace dos años, investigando la mezcla de hidrógeno verde con metano. Actualmente, Cartagena ya recibe metano mezclado con hidrógeno verde en sus tuberías.
En cuanto al apoyo social, señala Rojas que Promigas ha desarrollado un Índice Multidimensional de Pobreza Energética, reconocido por entidades multilaterales, que identifica cómo los hogares utilizan los electrodomésticos y la energía para promover un uso más eficiente y limpio y, a través de herramientas de financiación no bancarias, han facilitado créditos (250 millones de dólares en el último año) para que hogares de estratos socioeconómicos bajos adquieran electrodomésticos más eficientes energéticamente. “El 94% de estos créditos fueron tomados por familias de clase media baja, baja o muy pobres (estrato 1, 2 y 3 en Colombia), y el 60% por mujeres cabeza de hogar.”
Referente a los puertos sostenibles, Promigas propone la modernización de los puertos del Caribe, que manejan el 98.3% de las exportaciones de gas y el 87% de la carga nacional, con infraestructura modular y microgrids que utilicen gas natural, energía solar y eólica para operaciones más limpias y eficientes. La empresa destaca que la energía renovable, la bioenergía y los puertos sostenibles son áreas clave para impulsar la “ola verde” en la región Caribe.
Experiencias y Perspectivas Internacionales
El Foro de Desarrollo Local de la OCDE en Barranquilla contó con la participación de expertos internacionales, quienes compartieron sus perspectivas sobre el desarrollo sostenible en comunidades costeras y portuarias.
Alicia Montalvo, Gerente de acción climática y biodiversidad positiva de la CAF, enfatizó que el desarrollo portuario no debe verse de forma aislada, sino dentro del contexto de las cadenas productivas internacionales. Destacó la importancia de Colombia como una “gran despensa internacional” y la necesidad de exportar productos más desarrollados, no solo materias primas.
Hizo un llamado a la educación sin “apellidos”, es decir, una educación fundamental que prepare a las comunidades, incluyendo a poblaciones indígenas y afrodescendientes, para integrarse en estos procesos de transformación económica y social, asegurando que nadie se quede atrás.
Apoyando lo expuesto por la representante de la CAF, Denys Leamy, director de la Junta de Educación y Formación de Cork, Irlanda, enfatizó la importancia de preparar a la fuerza laboral para las oportunidades de la economía verde. Cork, es reconocida como la primera “Ciudad del Aprendizaje” de la UNESCO en dos ocasiones, se enfoca en el “reskilling” y “upskilling” de los empleados existentes, a través de micro-credenciales que les permiten adquirir habilidades específicas. Se destaca la necesidad de desarrollar habilidades blandas (“soft skills”), como el liderazgo y las habilidades interpersonales, que no pueden ser replicadas por la inteligencia artificial. Además, se promueve la interacción entre empleadores y jóvenes desde temprana edad para exponerlos a diferentes tipos de trabajo y construir su confianza y adaptabilidad.
Por su parte, Alberto Cappato, vicepresidente de la Porto Antico di Génova –AIVP- resaltó que los puertos deben ser “puentes” y no “barreras” para el desarrollo económico local. Subrayó la necesidad de integrar la planificación de infraestructura, las estrategias de adquisición y los parques empresariales para asegurar que las comunidades locales se beneficien del éxito portuario. Criticó el modelo actual donde la inversión pública en infraestructura portuaria no siempre se traduce en beneficios económicos equitativos para la comunidad local, ejemplificando con los cruceros que generan grandes ingresos pero cuyos beneficios no siempre se distribuyen localmente.
En este escenario, la ciudad de Barranquilla, con el apoyo del sector privado y aprendiendo de experiencias internacionales, está sentando las bases para un futuro más sostenible y próspero, consolidándose como un modelo de desarrollo urbano sostenible en la región.