La Fábrica de Cultura de Barranquilla traspasa las fronteras: expertos en integración laboral proponen replicar ese modelo en países de Centroamérica
En foro económico de OCDE especialistas de organismos multilaterales de Guatemala y Honduras compartieron experiencias sobre modelos innovadores para promover el empleo digno en poblaciones vulnerables.
Barranquilla fue nuevamente centro de atención en el foro de la OCDE sobre cohesión social e integración laboral, gracias al reconocimiento otorgado a su Fábrica de Cultura como un modelo de inclusión social digno de ser replicado en América Latina. Este espacio, impulsado por la Alcaldía de Barranquilla, fue exaltado por su capacidad para formar jóvenes en competencias técnicas y artísticas, generar arraigo comunitario y abrir oportunidades reales de empleo en las industrias culturales y creativas.
Durante el panel “Más allá de las fronteras: Modelos innovadores para la integración laboral de grupos vulnerables”, el guatemalteco Esdras Aarón Pop Coronado, coordinador de inclusión socioeconómica de la organización regional Conexión, destacó a la Fábrica de Cultura de Barranquilla como un modelo replicable para los países centroamericanos.
“Un ejemplo claro de todo esto es la Fábrica de Cultura. Creo que estos modelos son replicables a nivel de Centroamérica, porque a través de la cultura encontramos certificaciones de competencias, certificamos el talento desde muy jóvenes y creamos arraigo con oportunidades. Todos los ministerios deben estar unidos y trabajar siempre con el sector privado”, afirmó.
Pop resaltó el papel transformador de los gobiernos locales y la necesidad de alinear a todas las instituciones estatales en un esfuerzo conjunto con el sector privado. En ese marco, posicionó a Barranquilla como ejemplo de ciudad que apuesta por la cultura como herramienta de formación y empleabilidad. Desde su experiencia en Guatemala, Honduras, Colombia y Bolivia, insistió en que la articulación entre Estado, empresa y organizaciones de base es la clave para lograr una reintegración digna y sostenible.
También explicó que desde Conexión se están implementando ventanillas únicas municipales de empleo en municipios de Guatemala y Colombia, como una respuesta concreta para ofrecer oportunidades en los territorios de origen. Además, se avanza en una política pública de inclusión socioeconómica con enfoque en personas migrantes, donde el papel de los gobiernos locales es determinante.
El panel reunió a expertos de Guatemala, Honduras y Colombia con una visión común: promover políticas inclusivas que integren laboralmente a poblaciones vulnerables, como jóvenes, migrantes retornados y trabajadores informales. En este espacio, se presentaron modelos innovadores que parten del trabajo articulado entre gobiernos locales, sociedad civil y sector privado.
Uno de esos modelos fue presentado por la Fundación Avina, una organización global que impulsa cambios sistémicos a gran escala. Entre sus acciones, se destaca el desarrollo de herramientas, metodologías y prácticas para la transformación empresarial y modelos de negocios que contribuyan a la creación de sistemas económicos centrados en el bienestar, la cohesión social y el cuidado del medio ambiente.
Por su parte, la hondureña Lidia Alejandra Mejía, directora ejecutiva de la Cámara de Comercio e Industrias de Choloma, compartió la experiencia gremial de su ciudad en la creación de rutas de empleabilidad inclusiva.
“Nos hemos convertido en un catalizador en nuestro territorio, con programas de formación técnica rápida, adaptados a la demanda del mercado y a las competencias reales de nuestras comunidades”, señaló, destacando que estos procesos han sido posibles pese a las limitaciones de recursos.
Mejía enfatizó la necesidad de fortalecer institucionalmente a organizaciones gremiales sin ánimo de lucro, como la suya, que enfrentan grandes retos presupuestarios.
“Tal como señaló la Fundación Avina, incluso organizaciones como las cámaras de comercio enfrentan grandes limitaciones presupuestarias, lo que hace aún más relevante el fortalecimiento institucional. En el caso de la Cámara de Comercio e Industrias de Choloma, nos hemos convertido en un catalizador de iniciativas de inclusión laboral, pese a operar como una entidad gremial sin ánimo de lucro. La sostenibilidad de estos programas sigue siendo un desafío, especialmente cuando trabajamos con sectores como las MiPymes informales, que son las que más requieren apoyo, pero no cuentan con capacidad económica para acceder a servicios especializados”, recalcó.
Entretanto, Ana María Diéguez, embajadora retirada de Guatemala y exviceministra encargada de migración, expuso cifras preocupantes: entre 2015 y 2024, más de 72.000 guatemaltecos fueron retornados, pero menos de 2.000 lograron reinsertarse laboralmente.
Subrayó que hoy el país cuenta con un plan institucional llamado Retorno al Hogar, mediante el cual el Ministerio de Trabajo ofrece oportunidades laborales, reconociendo además el duelo emocional que enfrentan muchos migrantes al regresar en condiciones precarias.
Con estos aportes, Barranquilla no solo brilló como anfitriona del foro, sino que reafirmó su posición como una ciudad comprometida con el desarrollo humano sostenible. La Fábrica de Cultura se proyecta hoy como un símbolo de cómo el arte, la educación y la innovación pueden transformar comunidades y ofrecer caminos reales de inclusión y futuro para las nuevas generaciones.