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Nubia Torres - Docente - IED Alejandro Obregon (1)

Nubia Torres: una maestra que encontró en sus estudiantes la cura contra el cáncer

Son tres episodios los que esta sobreviviente de cáncer ha tenido que enfrentar. Actualmente, enseña a un grupo de estudiante de transición de la Institución Educativa Distrital Alejandro Obregón.

Hace 15 años, Nubia Torres recibió la peor noticia de su vida cuando se enteró que un cáncer de piel estaba afectando la parte derecha de su rostro. Este fue el primer episodio que tuvo que enfrentar, sin saber que se convertiría en una de sus tantas batallas contra el cáncer. Para Nubia fue sorpresivo, ya que es la primera de su familia en padecer esta enfermedad, que anualmente cobra la vida de alrededor de 46 mil personas en Colombia, según datos del Observatorio Mundial de Cáncer.

Hoy, 4 de febrero, fecha en la que se conmemora el Día Mundial Contra el Cáncer, la maestra recuerda que su primer episodio fue detectado por un dolor en su rostro. “Visité a un odontólogo y, durante una intervención, me dijo que tenía un tumor en el cachete derecho. A raíz de mi preocupación, agendé una cita en dermatología y me hicieron una biopsia que determinó que padecía de cáncer. Tengo 80 puntos en mi cara. Entré en pánico al verme, y me tocaba maquillarme para salir a la calle porque no me gustaba en lo absoluto cómo me veía”, detalla la sobreviviente de cáncer.

Pese a las dificultades de salud a las que tuvo que enfrentarse, Nubia descubrió su propio antídoto y no fue precisamente con estudios científicos, ni en laboratorios con tecnología avanzada, sino con los abrazos y la ternura de sus estudiantes. “Cuando yo llegaba de mis procedimientos médicos los niños se me tiraban encima. Yo entendí que no podía dejarlos solos, que yo necesitaba de ellos y ellos de mí”, expresa la docente, quien asegura que sus hijos y sus alumnos fueron quienes le dieron la fuerza suficiente para salir adelante.

El cáncer toca de nuevo a la puerta

Ese mismo año, el cáncer llegó por segunda ocasión y –esta vez– se encontraba localizado en el cuello uterino. Relata que este segundo episodio empezó con fuertes hemorragias que concluyeron con la extracción de su útero. Aunque para Nubia fue duro darse cuenta que aún había células cancerígenas en su sistema, decidió dar la batalla una vez más.

Nubia Torres - Docente - cáncer - IED Alejandro Obregon

Nubia le da clases a los alumnos de transición del IED Alejandro Obregón.

“En el 2012 llegó el episodio más duro”, asegura. Entre lágrimas y con mucha tristeza recuerda lo que fue para ella padecer cáncer de tiroides. En un principio perdió la totalidad de su voz, los oídos y la garganta se le reventaban del dolor. La desesperación carcomía a Nubia, así que decidió agendar urgentemente cita con especialistas. “Fui al otorrino y me sintió una bola en la parte de la garganta que yo no me había percatado. Luego me mandaron donde un endocrinólogo y efectivamente descubrió que tenía un tumor en las tiroides”, relata.

Al conocer el dictamen médico, la maestra sobreviviente de cáncer comenzó su proceso de recuperación. Tanto era el dolor que trasmitía en sus intervenciones que sus hijos la convencieron para que se operara. El día de la cirugía el doctor que haría el procedimiento se topó con una sorpresa: eran varios tumores. “Mi vida quedó en manos de mis hijos. Ellos fueron quienes decidieron, a pesar de no haber estado preparados, que se me aplicara la intervención quirúrgica”.

El proceso de recuperación fue rápido. Incluso, no pasaron muchos días para que Nubia volviera a andar por los pasillos del colegio Alejandro Obregón. Recuerda que una vez su hermano le dijo: “Tú no puedes dejar a tus niños porque significan mucho para ti. Ellos son tu colágeno. Ellos son los que te sacan adelante”.

Nubia, más que ser una sobreviviente de cáncer es una sobreviviente de 17 operaciones que nunca fueron impedimento para dejar de ejercer su vocación. Lo más importante para ella era “no faltarle a mis pequeños”. Su mensaje para todas las personas que padecen de cáncer y están pasando por ese fatídico momento es que “se cubran del manto de Dios y que no se ‘achicopalen’ ante la enfermedad, esa es la manera más adecuada de enfrentar las adversidades”.