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ProBarranquilla conoció el detalle del proyecto de Mallorquín
Junta directiva de la entidad realizó recorrido por la ciénaga y evaluaron los impactos y proyecciones futuras del Ecoparque.
Con el objetivo de socializar una de las grandes apuestas de Barranquilla como biodiverciudad, el Ecoparque de Mallorquín, la junta directiva de ProBarranquilla fue invitada a conocer el tesoro natural que posee la ciudad y que promete ser un impulsador de cambios económicos, sociales, ambientales, y turísticos.
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Esta joya ambiental de la ciudad, que por mucho tiempo estuvo desprotegida, se convertiría en un dinamizador de la economía local. Con una extensión 741 hectáreas, ubicado en el extremo norte de Barranquilla, junto al tajamar del Rio Magdalena, este ecosistema impactaría al fortalecimiento social y turístico de la región.
Por tal motivo, la junta directiva de ProBarranquilla, entidad que trabaja por generar prosperidad en la ciudad, recorrió el proyecto y dieron su visto bueno sobre los avances de la obra. Vicky Osorio, directora ejecutiva de ProBarranquilla, manifestó que ha sido muy emocionante la visita de la ciénaga y estar admirada por su impacto ambiental. “Realmente uno se transforma y no creer que esté en un lugar tan cerca de la ciudad, rodeado de la naturaleza y del sonido de las aves, se siente mucha paz”, agregó Osorio.
Vicky Osorio, directora ejecutiva de ProBarranquilla.
La Recuperación Integral de la Ciénaga de Mallorquín es una apuesta de mediano y largo plazo que busca: restaurar el ecosistema de la Ciénaga y su cuenca, mejorar las condiciones socioeconómicas de las comunidades aledañas y conectar a la ciudadanía con su Ciénaga a través de servicios ecoturísticos.
La primera fase de este plan de recuperación consta de las primeras unidades funcionales del ecoparque, una solución biológica que permita el contacto primario con cuerpo de agua, el servicio de alcantarillado en una zona del corregimiento La Playa, el tren turístico en el tajamar y el ordenamiento de la Playa de Puerto Mocho.
De acuerdo con Juan Manuel Alvarado, gerente de ciudad, se proyecta un flujo anual de 667 mil visitantes en las diferentes unidades funcionales del ecoparque, la playa de puerto mocho y el tren turístico. “Se estima que en la operación del ecoparque se generen más de 100 empleos directos relacionados a locales comerciales, guías y vigilancia, entre otros”, explica Alvarado.
Dentro de los diferentes componentes del proyecto operarán 35 locales comerciales y restaurantes, los cuales serán operados por la comunidad del sector, y se dispondrán de más de 160 zonas de parqueadero.
El proyecto, que está pensando para el disfrute a través de recorridos ecológicos por senderos entre el manglar y el agua de la ciénaga, permitirá a los visitantes disfrutar de la flora y fauna de la región.
Además de los beneficios y movimiento económico esperado por uso directo, la conservación de servicios eco-sistémicos genera un legado a los ciudadanos y futuras generaciones en el bienestar social, educación ambiental, riqueza natural, patrimonio, regulación de los procesos ambientales y la gestión del recurso hídrico en armonía con el modelo de crecimiento urbano.