¡Cuídate del estrés!
El estrés es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones difíciles y puede ser útil en pequeñas dosis, pero se vuelve problemático cuando es excesivo y constante, afectando la salud física y mental. Los síntomas físicos incluyen gastritis, dolor muscular, dolor de cabeza, presión alta, fatiga, taquicardia, sudoración, problemas de colon e insomnio. Los síntomas psicológicos abarcan depresión, preocupación constante, irritabilidad, ansiedad, bajo rendimiento y apatía.
Estos síntomas resultan de una tensión nerviosa causada por factores como problemas laborales, traumas, problemas de pareja, exámenes, problemas financieros, enfermedades, consumo de drogas o alcohol, condiciones ambientales extremas y ruido.
Para manejar el estrés, es importante establecer una rutina que lo minimice y mantenerlo en niveles manejables, considerando los siguientes factores:
- Identificar y respetar los límites personales.
- Reconocer y abordar la causa principal del estrés.
- Pedir ayuda cuando sea necesario.
- Organizar y priorizar actividades.
- Mantener una buena alimentación y dormir adecuadamente.
- Realizar actividad física.
- Compartir tiempo con personas cercanas.
- Manejar las emociones y expresar los sentimientos.
- Practicar técnicas de respiración y relajación.
- Reír.
La salud física y mental debe ser prioritaria, y el manejo adecuado del estrés es crucial para mantener el bienestar.