Carlos Vergara Vásquez
Puerto Mocho y Puerto Colombia son sus playas favoritas para navegar en bote con su hermano. Practica Jiu-jitsu brasileño y fútbol, entre otros deportes. Aficionado al cine, la lectura sobre inversiones inmobiliarias y videos de humor costeño, este barranquillero nos sorprende con la variedad de temas de interés que tiene.
Carlos Vergara Vásquez no cocina, pero le encanta supervisar la preparación de los alimentos en su casa. No escatima en ingredientes para lograr un buen sancocho. Como nació en una familia barranqui-paisa disfruta la comida típica de la costa y antioqueña, pero también los manjares y recetas italianas y japonesas.
Está vinculado a la Alcaldía desde hace 12 años, en la Secretaría de Control Urbano y Espacio Público. De profesión es abogado, especialista en Derecho Tributario. Cumple funciones como coordinador de logística de esta secretaría y cuenta con un grupo interdisciplinario para facilitar el trabajo de sus distintas áreas, mediante la búsqueda de soluciones para el cumplimiento de sus labores misionales.
También es papá de un niño de 12 años. Asegura que él es su “polo a tierra” y considera que es un afortunado por tenerlo a su lado. Lo lleva a diario al colegio, a citas médicas y los fines de semana van juntos al cine, a parques, y a navegar al río y la playa. Uno de sus planes infaltables es ir a comer hamburguesas. Por todo esto, y más, tiene la certeza de ser un papá 100 % presente y amoroso. Es soltero y jamás negocia el tiempo que invierte en su paternidad.

Carlos, coordina la logística y provee soluciones para las labores misionales en su área.
Su hijo con síndrome de Down cambió sus prioridades y perspectivas. Ahora él es lo más importante. Asumió que su crianza requiere potenciar sus capacidades y prepararlo para la vida, con espacios de inclusión y mucho respeto. Se identifica como parte de la comunidad de “los pocos afortunados” (en inglés, “The Lucky Few”), una frase que adoptan familias que tienen integrantes con Down, para expresar su orgullo y privilegio de amar y ser amados por alguien con este síndrome.
Su principio de vida es que “hay que ayudar a quien lo pide, porque quien ofrece la ayuda recibe algo más grande que la gratificación”.
Le satisface haber contribuido desde la Alcaldía con la dignificación de muchas familias que ejercían sus actividades comerciales en condiciones deplorables y hoy se encuentran reubicados en galerías, con una transformación positiva en su calidad de vida.
Cuenta con una perspectiva detallada de la ciudad y se emociona cuando visualiza su futuro: se ve a sí mismo aportando al desarrollo territorial.
Carlos menciona que siempre tendrá una sonrisa para un buen chiste. Buenas emociones al recordar el concierto de Shakira, que le pareció ¡espectacular! Pero por simple diversión jamás se lanzaría en un paracaídas. Le gusta el azul, como el color del cielo y el mar, a donde quiere volver cada oportunidad.