Seleccione esta opci�n como atajo para volver al inicio de esta p�gina.

En conmemoración del Día del Hombre

Ítalo Leguía, ejemplo de integridad

 

Ítalo Leguía Bonett es de esos seres que iluminan el lugar a donde llegan, su bonita energía y esa sonrisa con la que siempre te saluda te hace imaginar que detrás de ese hombre de 49 años hay una vida perfecta.

Más que una entrevista fue una amena conversación que me permitió conocer más acerca de este funcionario que lleva 9 años trabajando en la Alcaldía de Barranquilla y que sin ser una vida perfecta, su historia es un cuento de logros y  pruebas, pero sobretodo de mucho positivismo y amor.

Samario de nacimiento, Italo creció en medio de una familia llena de amor sus padres Orlando y Teresa, quienes duraron más de 50 años de casados, mantuvieron un hogar muy lindo, criando a sus 3 hijos. Al terminar el colegio, por falta de universidades en su ciudad, se vino a Barranquilla a estudiar administración de empresas en medio del estudio y luego en el trabajo conoció a la actual primera dama Katia Nule, con quien entabló una bonita amistad. Durante su estadía universitaria en Barranquilla Ítalo vivió siempre con familiares, para luego con tan solo 23 años comprar su apartamento. Hoy recuerda entre risas la experiencia de vivir esa etapa de soltero en su apartamento, muy independiente siempre durante su primer año laboral en la otrora empresa Celumovil, compró un carro y posteriormente el apartamento.

Agotada su etapa de soltería se enamoró y se casó con una samaria, amor del cual nació su primer hijo, Alejandro al cabo de 3 años se separó con nulidad y tiempo después formó su nuevo y actual hogar con Luz Estela García, con quien tiene dos hijos: Ítalo José y Salomón. Luz Estela es médica, también samaria y quien a su vez tiene un hijo, José Manuel, de su anterior matrimonio.

Al cabo de un tiempo de nacidos sus dos hijos menores, Ítalo se volvió a casar por la iglesia, esta vez en Salgar, con sus hijos como pajecitos. Su relación es muy bonita, nos cuenta que como pareja hacen parte de un grupo en la iglesia católica a la que asisten, donde siempre les inculcan la unión, el amor y la sana convivencia. “Nosotros salimos a rumbear, compartimos mucho y regularmente hacemos planes de pareja, eso también es importante”, nos dice Ítalo y es inevitable ver cómo brillan sus ojos al hablar de su familia.

En su vida laboral después de trabajar en Celumóvil junto a Katia Nule, Ítalo se vinculó a la Gobernación del Atlántico durante el tiempo que estuvo Alejandro Char al frente de la administración departamental, después se fue a Bogotá a trabajar en Bancafé para luego regresar a su natal Santa Marta a trabajar con su hermano que en ese momento era notario. Seis meses después retornó a Barranquilla para trabajar en la Alcaldía, era el año 2008. Ya lleva 3 períodos ininterrumpidos haciendo parte de la planta de esta entidad donde hoy se encarga de la coordinación de temas y programas de la Oficina de la Mujer, Equidad y Género.

Mientras me cuenta todo esto, sigo pensando que la vida de Ítalo ha sido una vida perfecta, siempre con éxito, logros, amor, prosperidad…

Pero, como quien no quiere contar, empieza la parte más conmovedora de su historia. Acostumbrado a una vida familiar llena de unión y amor con sus padres siempre juntos, hace 3 años empezó una etapa muy dura ante la muerte de su madre, lo cual ha sido difícil para toda su familia, sobretodo su papá, acostumbrado siempre a estar junto a su compañera de toda la vida. Al año de fallecida, su papá, quien padece diabetes, sufrió una crisis que desencadenó en la amputación de sus piernas. Durante el proceso de su última cirugía donde le amputaron la segunda pierna, Orlando, su padre, escuchó sobre adultos mayores que pedían la eutanasia, y le pidió a sus hijos que se la aplicaran, algo triste pero  con la ayuda de psicólogos y un sacerdote amigo lograron convencerlo de seguir en su lucha, hoy llevan dos años desde aquel suceso.

Ítalo sigue disfrutando de la compañía de su padre, quien aunque vive en Santa Marta viene regularmente a sus citas médicas en Barranquilla como buen hijo él ayuda a sus hermanos en el cuidado de su papá y a pesar de la distancia trata siempre de mantenerse no solo en contacto, sino dispuesto siempre a llevarlo a sus citas médicas, trasladarse a Santa Marta los fines de semana y cuando sea necesario, colaborando siempre en lo que sea posible.

Lo más admirable de Ítalo es su actitud inalterable y él siempre dispuesto a aceptar con una elevada dosis de optimismo cada situación compleja que la vida le presente. Sin embargo, ante todo lo que me cuenta, las vivencias positivas de esta historia pesan mucho más que las dificultades, porque así lo siente él, así me lo hizo sentir mientras contó cada parte de su vida con una sonrisa en su rostro aún en tiempos difíciles su talante siempre lo llevó a seguir adelante, mantenerse positivo y luchar. Y ese es, precisamente, su mensaje final para todos nuestros funcionarios, a quienes les dice que se gocen la vida, pero que también la sepan llevar, que mantengan la unión familiar, que respeten a las mujeres, madres, esposas, hermanas, hijas, pero sobretodo, lo más importante que vayan siempre de la mano de Dios. “Bello Flor” como le llaman algunas de sus compañeras dice que dificultades siempre se habrán de presentar, pero si mantenemos intacta nuestra fe, todo se puede solucionar.

Y así termina esta historia, luego de nuestra conversación Ítalo se retira de nuestra oficina con la misma sonrisa con la que llegó, transmitiendo a todo el que pasa esa energía positiva que no solo lo rodea, sino que sale de él.

 

En conmemoración del Día del Hombre queremos desearles lo mejor a todos nuestros funcionarios que como Ítalo alegran y enaltecen esta Capital de Vida.

Ítalo Leguía, ejemplo de integridad
Ítalo Leguía, ejemplo de integridad
Ítalo Leguía, ejemplo de integridad