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Los buenos modales no pasan de moda

Aunque muchos piensen que los buenos modales son ‘cosa del pasado’, lo cierto es que su importancia está vigente, pues constituyen un supremo acto de consideración y respeto a los demás.

Los buenos modales están ligados al comportamiento que diferencia a unos de otros en las relaciones personales cotidianas, lo cual refleja consideración y respeto hacia los demás al tiempo que revela las buenas costumbres de quien de manera natural los practica, lo cual facilita las relaciones en todos los ámbitos.

La educación vista a través de buenos modales y de normas de cortesía mejora la convivencia y contribuye a ir desplazando algunos hábitos indeseables que no sabemos cómo ni por qué surgieron en los últimos años.

Los buenos modales son indispensables para desenvolvernos en la vida y ser apreciados por todo lo que podemos ofrecer y van de la mano de valores tales como el respeto, la lealtad, la gratitud, la compresión y la tolerancia.

Saber comportarse es muy importante, aunque algunas personas puedan sentirse incómodas al desenvolverse de acuerdo con las normas básicas de buena educación delante de otros que no lo hacen, lo cual no debería ocurrir.  

Los buenos modales consiguen que la interacción con otras personas sea mucho más fácil y agradable. Tener buenos modales es poner en funcionamiento la ‘regla de oro’: “compórtate con los demás como quisieras que ellos se comportaran contigo”.

Tengo bueno modales porque…


• Digo “por favor”, “gracias” y “con permiso”. 

• Muestro mi desacuerdo de una manera respetuosa. 

• Escucho sin interrumpir. 

• Respeto la privacidad de los demás.

• No tomo cosas ajenas sin autorización del dueño.

• Soy tolerante. Respeto las creencias de otros.

• Contesto el teléfono con amabilidad.

• Saludo con respeto a las personas.

• Cedo el asiento a las personas mayores y mujeres embarazadas.

• No abro una puerta sin tocar previamente.

• Me comporto adecuadamente en la mesa

• Llamo a las personas por su nombre. Si es un desconocido, le digo señor o señora.

• Manejo en forma responsable, usando las señales de tránsito.

• Cuando estoy con una persona, no contesto el celular sin solicitar su permiso,

y tampoco envío mensajes de texto.

• Sostengo la puerta abierta para la persona que viene detrás, sea hombre o mujer.

• Contesto los correos electrónicos dentro de un tiempo prudencial.

• Llamo o escribo para agradecer un regalo o favor.

• Si llega una persona nueva, la presento a los que no la conocen.

• Soy puntual, pues respeto el tiempo propio y el ajeno.