Rubén Darío Jiménez Acuña
Tiene clara consciencia que desde los 5 años su madre lo motivaba a participar en los bailes de carnaval infantil y, desde entonces, sabe que le gusta el Carnaval de Barranquilla.
Es barranquillero y vivió cerca de una estación de bomberos. Cada vez que pasaba el vehículo de bomberos con la sirena sonando por su calle, él se visualizaba como un adulto realizando esas labores bomberiles, ¡y su visión se hizo realidad!
Rubén Darío Jiménez Acuña es bombero adscrito a la Estación El Edén, desde hace 7 años. Todos los días se levanta con la ilusión de ir a trabajar en lo que le da pasión. Estudió Técnico en Criminalística y Policía Judicial y después realizó el curso de bombero, que le dio acceso al cargo que hoy desempeña con honor.
Perdió el miedo al fuego en los entrenamientos y motivado por su sueño de infancia. Ha participado en la atención de emergencias de gran escala y lleva más de 4 años como conductor de una máquina. En la labor que le corresponde realizar, siente una gran responsabilidad por sus compañeros y por la comunidad.
Tiene a Dios por encima de todo. Se considera una persona alegre, persistente, cumple lo que promete y es consagrado a su hogar. Proviene de una familia extensa, conformada por sus padres y 11 hijos.
Rubén se enamoró con Margarita y desde hace 3 años están juntos. Tienen una bebé, Antonella, que cumplió 2 años. Sus hijos mayores son Joshua e Isaac, con quienes comparte sus aficiones y disfruta momentos muy especiales.
Después de la familia y el trabajo, su trilogía de disfrute en la vida está integrada por el Carnaval, fútbol y playa.
Fundó la comparsa ‘Cipote Marimonda de Montecristo’, ganadora de 13 Congos de Oro. Al hablar de su obra artística, rememora a su madre, su referente, quien le inculcó el amor por el baile y las tradiciones culturales.
Cuando le preguntamos ¿qué sueñas en tu vida?, respondió sin dudar “Agradezco todo lo que tengo y he logrado. Ahora quiero casarme con mi mujer, ver crecer a mis hijos y ser rey Momo del Carnaval de Barranquilla”.
En pocos días cumplirá su primer sueño; el segundo, le tomará el tiempo de vida que Dios le conceda; y, el último, quiere que se realice “más temprano, que tarde” y lo anhela con todo su corazón. Definitivamente se proyecta y trabaja para ser registrado en la historia del Carnaval de Barranquilla como “el primer rey Momo bombero y montecristeño”.