¡Hay lugares que no se caminan… se viven, y Barrio Abajo es uno de ellos!
Ubicado entre el Río Grande de la Magdalena y el Centro de Barranquilla, este barrio no es solo un espacio geográfico: es una memoria viva, donde la historia y la cultura se abrazan a diario, tal como lo vivieron el alcalde Alejandro Char, el profesor de Economía de la Universidad de Columbia Xavier Sala i Martin, el secretario general de la OCDE Yoshiki Takeuchi y los asistentes al Foro de la OCDE que participaron en las visitas de estudio a los distintos lugares de transformación de Barranquilla.
Su nombre se da por estar situado aguas abajo del río Magdalena, en dirección a su desembocadura en el mar Caribe.
Barrio Abajo es un barrio de origen, el primer barrio de trabajadores de la ciudad; un lugar de raíces, ancestralidad y asentamientos. Es un barrio firme, que ha preservado su identidad desde que Barranquilla fue elevada a la categoría de ciudad en 1857.
Con sus más de 7.000 habitantes, asentados en 16 calles y ocho callejones (ahora carreras), este territorio es un depositario vivo de expresiones materiales e inmateriales barranquilleras. Sus tradiciones están ligadas a la evolución de la ciudad y a los referentes simbólicos de sus ciudadanos, motivo por el cual se le considera cuna del Carnaval de Barranquilla.
Quien nace o vive en Barrio Abajo lleva en el alma un pedazo de Carnaval. Es cuna de grandes hacedores de esta fiesta, así como de artistas populares, poetas y cocineras de herencia.
Aquí, la historia la cuentan sus fachadas, las verbenas y la hospitalidad de su gente barrioabajera.
Por eso, cuando el 26 de junio de 2021 fue declarado como Bien de Interés Cultural del Distrito Especial, Industrial y Portuario de Barranquilla, no se hizo más que reconocer lo que su gente siempre ha sabido: que es un lugar especial, único, donde vive el alma de la Barranquilla auténtica. Su magia no está solo en lo que se ve, sino en lo que se siente.
Quienes lo pisan con reverencia se llevan un poco de su espíritu para siempre.
Hoy, este territorio es el epicentro del proyecto “Barrio Abajo, Museo a Cielo Abierto”, una iniciativa de transformación urbana liderada por el alcalde Alejandro Char, con un gran componente participativo para fomentar la apropiación comunitaria y fortalecer las dimensiones histórica, turística y cultural de este emblemático barrio.
Este es un proyecto de respeto a la historia de Barrio Abajo. Por ello, cabe evocar los primeros nombres de las calles que enmarcan esta primera etapa de murales y el Edificio Mancini: la calle 41 (calle Bolívar), la calle 42 (calle Obando), la carrera 53B (callejón Alondra) y la calle 53 (callejón Topacio).
Un total de 14 murales surgieron de este ejercicio colectivo que, más allá del arte, representa la identidad y los sueños compartidos de toda una comunidad.
La alianza público-privada generó transformaciones reales. Los murales que hoy nos rodean no son solo intervenciones físicas: son parte de un proyecto que promueve la construcción de espacios que reflejan la identidad colectiva y potencian el patrimonio vivo de este importante sector.
Esta transformación artística integral no fue fruto del azar, sino el resultado de un profundo proceso de concertación social entre la Administración, la comunidad, empresas del sector y artistas locales. Juntos cocrearon las temáticas o vocaciones que dieron origen a las obras que hoy llenan de vida y color las paredes de las calles 41 y 42, entre las carreras 53 y 53B.
Escuchar a la comunidad y a su entorno inmediato fue clave para avanzar en este proceso de cocreación, que ha tejido con arte y memoria el alma de este territorio.
La construcción colectiva inició con un ejercicio denominado “Mapa de la Empatía”, liderado por la Corporación Tierra SOS. Fue un espacio de diálogo donde se tendieron puentes con respeto y escucha activa, para entender —desde el sentir de la comunidad— qué los motiva, qué los preocupa, cuáles son sus dolores y aspiraciones.
Este sector aprendió a convivir con la industria sin perder su esencia. Por eso, aquí los dolientes no son solo los vecinos que habitan estas calles, sino también los comerciantes y empresarios que por años anhelaron esta transformación, que hoy comienza a ser una realidad.
De este diálogo comunitario surgió inicialmente una lista de 11 temáticas, que luego se decantaron a 6. Finalmente, todos votamos y elegimos las 3 vocaciones que guiaron el trabajo artístico:
- Esquinas, callejones y juegos tradicionales.
- Gastronomía.
- Raíces, tradición, ancestralidad y asentamiento afro.
A partir de estas tres líneas temáticas, los artistas dieron vida a murales que hoy no solo embellecen el paisaje urbano, sino que también narran, protegen y celebran la memoria viva de Barrio Abajo.
Gracias a las pinceladas de grandes artistas locales como Kevin Camacho, Carlos García, Robert Reina, Nitho Cecilio, Thamarindo, Joyce Obregón, Roberto Barraza, Yuyo del Valle, Kevin Ortíz, Mario Malabet, Néstor Loaiza, Saray Hernández y el colectivo Colorbia, hoy podemos mantener viva la historia, las tradiciones, los valores y las vivencias de la comunidad barrioabajera.
Artistas y sus obras:
- El territorio de todas nuestras madres de Kevin Camacho.
- Culturas Híbridas de Carlos García – revólver.
- Manto, la diáspora de Fuan-Robert Reina.
- Homenaje a la iglesia Sagrado corazón de Jesús y a las víctimas de la masacre de las bananeras De Nitho Cecilio/ Alberto Escobar.
- Homenaje al pintor de la tradición Nhito Cecilio de Thamarindo- Mónica Rengifo.
- Sabor y sazón del barrio de Joyce Obregón.
- Los sabores de Yoma de Roberto Barraza.
- La magia del sabor bajero de Yuyo del Valle.
- Ve el Mundo, no de lugar, ¡sino de ideas! de Kenort / Kevin Ortíz.
- La dimensión Barrio Abajo de Ronald Hernández.
- Cotidianidad, de Mario Malabet.
- Viejo barrio de Néstor Loaiza.
- Historias de juegos de Sary Hernández.
- Abajo del río del colectivo Colorbia. Jonathan Ballestas, Jessica Hoyos y Rafael Matos.
Hoy, la transformación de este sector les devuelve dignidad tanto a quienes lo habitan como a quienes trabajan por el progreso de esta zona emblemática de la ciudad.
Este proyecto, liderado por la Alcaldía de Barranquilla, representa la unión de muchas fuerzas que trabajan por devolverle el valor histórico a Barrio Abajo. Exaltamos la disposición y el compromiso de importantes empresas del sector como Herrajes Andina, Alianza Team, Vehicosta, Ferrepuche, Juliao, Conval, Indal y De Lima.
La cocreación, que incluye elementos identitarios y la preservación de un patrimonio vivo, representa no solo a Barrio Abajo, sino a toda una ciudad que reconoce los méritos de una administración que honra lo que fuimos, fortalece lo que somos y trabaja por un futuro próspero para todos.
Esta primera manzana que vivimos hoy es el inicio de una gran transformación integral en este sector. El proyecto en su totalidad contempla la intervención artística especializada de más de 4.000 m², convirtiendo el espacio público en una auténtica galería a cielo abierto.