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El Heraldo-Carromuleros están dispuestos a abandonar su actividad

Según cifras de la Secretaría de Movilidad, unos 1.500 carromulas circulan en la ciudad. Carromuleros dicen que son más.

A propósito de la entrada en vigencia del programa de adopción de actividad laboral sustitutiva para los miles de carromuleros que transitan en las vías de la ciudad, que se iniciará con un censo los próximos 22 y 23 de septiembre, EL HERALDO consultó la posición de algunos conductores de vehículos de tracción animal frente al tema.

Iván Díaz, quien desde hace 30 años vende frutas y verduras en una carreta remolcada por un caballo, dice estar dispuesto a acogerse al programa del Distrito y a entregar su compañero de labores para dedicarse a otra actividad. Aún no tiene claro en qué área le gustaría capacitarse, pero asegura que a sus 60 años todavía tiene la vitalidad y voluntad para aprender otra forma de ganarse el sustento diario de él, su esposa y cuatro hijos. “Si me facilitan la moto para trasportar carga la acepto y me esforzaría por pagarla”, agrega el hombre residente del barrio Los Olivos.

Díaz afirma ser consciente de la prohibición y también de que cambiar de oficio no será una situación fácil para muchas familias que como él llevan largos años en esta actividad.

Una opinión similar tiene Fredy Padilla, quien cansado de vender pulseras y collares –que él mismo hacía– en la puerta de los colegios, hace dos años compró un burrito para dedicarse a la recolección de escombros, basuras y podas. Al ser interrogado sobre el tema, Fredy dice desconocer la información relacionada con la convocatoria del censo y el programa de la Alcaldía; pero, en cuanto le informamos, expresa estar de acuerdo en hacer parte del proceso de alternativas sustitutivas.

“Me parece que es una oportunidad para salir adelante”, señala el hombre, que a diario se gana entre 30 y 40 mil pesos, dinero que muchas veces debe compartir con un ayudante. Fredy agrega que espera que la medida también pueda cobijar a quienes le alquilan los vehículos de tracción animal a otras personas. Como su ayudante, quien –cuando Fredy decide descansar– suele pagarle 12 mil pesos por un día de alquiler del burro y la carreta.

Indicó que, entre los carromuleros de la ciudad, el rumor que había era que el Distrito les quitaría sus animales dejándolos sin ninguna opción laboral. “Por eso muchos estábamos asustados y desinformados”, agregó.

Con respecto a la inquietud de Fredy, sobre si las personas que alquilan los animales y no figuran como propietarios tendrán el mismo derecho a hacer parte del proceso, la jefe de Planeación de la Secretaría de Movilidad, Yolanda Hernández, aclaró que “el programa es para todos los conductores que se dediquen a esta actividad, sean los dueños o no”. Agregó que la información que entregue el conductor el día del censo será posteriormente verificada por medio de visitas domiciliarias, “porque sabemos que, seguramente, habrá muchas personas que querrán acogerse al programa y que no son carromuleros. Pero quienes son conductores, sean arrendatarios o dueños del animal, son los que se beneficiarán”, reiteró.

La funcionaria sostuvo que, en aras de que los carromuleros de la ciudad se enteren del censo y acudan masivamente a este, durante los días previos personal del Distrito visitará los sitios de concentración de ellos –como ferreterías, el Boliche, algunos parques, entre otros– para brindarles la información.

Por Liz Held Casalins